jueves, 5 de enero de 2012

Columna en El Popular.

POLVO AL SOL


Israel Torres Hernández


Navidad: época de preguntas excéntricas y respuestas absurdas.


Pese a muchas situaciones no es verdad que como terminas el año, así principias el siguiente. Pareciera que con la celebración del nacimiento de Jesús de Nazareth, oficialmente establecido por la Iglesia hasta el siglo IV d. C., entran a escena hechos inesperados y personajes sui generis con el insano objetivo de ser protagonistas de la tragicomedia contemporánea, en la que risa y llanto son facetas ya no tan disímbolas. No quieren ser presa del olvido o desidia, y recordar que ellos u otros no se van, sólo están en backstage hasta ser ubicados por los reflectores. Resuelven la duda existencial-musical esbozada en los ochenta por Alaska y Dinarama: A quién le importa. Diciembre es el escenario ideal pues el público está harto de sus tragedias, de verse implicado en historias plásticas en que el final es predecible y está dispuesto a entretenerse con las derrotas ajenas. Es decir, gritar la máxima “ay, güey, no mames” en el prójimo más cercano a la chingada. A continuación algunas interrogantes.

¿Será cierta la teoría cancerígena de la conspiración gringa planteada por Hugo Chávez tras los casos de Fernando Lugo, Lula y Cristina Fernández?

¿Alcanzarán los padrenuestros y avemarías para salvar al euro, en tanto Benedicto XVI pide tener confianza ante la crisis económica en Grecia, Portugal e Italia?

¿Sigue siendo Katy Perry mi oscuro objeto del deseo aunque ya esté divorciada, o sólo la recordaré por casi pervertir a Elmo?

¿Con el retiro de Brock Lesnar, tras perder con Alistair Overeem, la UFC pierde a una de sus recientes figuras o la afición puede fijarse en otra categoría que no sea la de peso completo?

¿Tenía razón Monterroso cuando escribió que el prinosaurio aún estaba vivo o es un complot?

¿Por qué el profesor Henry Jones no quiso que Indiana alcanzara el santo grial si casi lo tenía a la mano, según el maratón de películas del aventurero que Film Zone pasó en estos días?

¿Ya no habrán muertos si continúa el alcoholímetro o es preferible que los dueños de bares, cantinas, piqueras y antros estén en “torito” de por vida?

¿Por qué José Andrea ya no quiso ser el vocalista de Mago de Oz cuando es indiscutible el éxito de ambos desde más de una década al definir la historia del metal en español?

¿Debo revisar cada 10 minutos el celular cuando sé que mi Ana Gabriela no escribirá?

¿Qué haré con el traje que compré para ir a la boda de Alex Kaffie; una de dos, todavía no se casa, o no se acordó de invitarme?

En conclusión: navidad es como un espejo, no es grato verse reflejado, pero qué hacer sin él. No es una serie de fechas en el calendario, sino la oportunidad de enmascararse en un carnaval bizarro para hacer bromas pesadas o estelarizar una telenovela venezolana. Lo peor o lo mejor según el caso pasa después de enero. Ni los mayas predijeron eso. Imaginar que el 2012 será más sarcástico que el 2011 y cómo el Matracas se sacó el Gana Gol sería echarle polvo al sol.


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